El jueves por la noche, durante la última plenaria del año en la Asamblea Legislativa, muchos diputados aseguraron a los periodistas que el Gobierno pretendía subir del 13 al 15% el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
La visita temprana del ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, al pleno y su petición para reunirse con la comisión respectiva, avivó las sospechas.
Al final del madrugón legislativo, no pasó de ser rumor, al menos no durante esa plenaria.
Pero para analistas económicos consultados por El Diario de Hoy, la amenaza está latente y el Gobierno podría empujar esta medida a inicios del 2011 como una forma para recaudar más impuestos.
Incrementar el IVA, sobre todo en tiempos de crisis y de una baja inversión en todos los rubros del país, significaría un retroceso para la economía.
Claudio de Rosa, analista económico, dijo que si este impuesto se aplicara, sería indudablemente, un golpe al bolsillo de los ciudadanos, que tendrían que pagar más caros sus bienes y servicios con el mismo salario que le pagan por hoy.
Esto reduciría considerablemente el consumo que, a juicio de De Rosa, es uno de los pilares fundamentales para que la economía crezca.
Manuel Hinds, economista y ex ministro de Hacienda, asegura que aumentar el IVA es una de las formas más seguras de incrementar la recaudación fiscal pues el impuesto es inevitable y se aplica en todos los productos.
Hinds dijo que el tributo sería bien aceptado por los ciudadanos si el Gobierno lo usara con responsabilidad e hiciera más eficientes los servicios públicos.
Pero el panorama es distinto, para De Rosa el impuesto se vuelve contraproducente cuando el dinero recaudado se utiliza "irracionalmente" y no se prioriza en qué áreas se gastará.
"No habría problema si ese impuesto se viera reflejado en una mejoría de los servicios", aseguró el especialista en temas económicos.
Por el contrario, si el dinero recaudado se destinara para pago de salarios de los empleados, la decisión sería errónea, dicen.
Hinds, al igual que De Rosa, considera que el Estado está intentando incrementar la carga tributaria, no sólo porque es un requisito que les pide el Fondo Monetario Internacional (FMI) para acceder a nuevos créditos, sino porque la reforma tributaria impulsada a inicio del año no ha surtido el efecto necesario que esperaban.
Apostarle a crecer Subir el IVA para mejorar la recaudación fiscal no le parece a Hinds y a De Rosa la mejor opción para que el país crezca en su economía.
Por el contrario, en un año en el que apenas se podría cerrar con un crecimiento menor del uno por ciento y con los empleos en distintos sectores que aún no se recuperan, la idea podría llevar al país a una situación peor.
S las exportaciones, atraer las inversiones y mejorar el consumo de los salvadoreños serían para De Rosa, sólo algunas de las medidas más efectivas con las que el Gobierno podría mejorar sus finanzas internas sin aumentar o crear nuevos impuestos.
"Si hay más empleo y más inversión entonces el Gobierno va a recaudar mucho más que con cualquier otra reforma", dijo.
En el último año el Ministerio de Hacienda ha impulsado una serie de impuestos que han ido desde gravar la primera matrícula de importación de un vehículo hasta el impuesto a las bebidas alcohólicas, jugos, néctares y bebidas gaseosas.
Según las estadísticas del Ministerio de Hacienda, a la fecha se han recaudado $2,987.3 millones de los cuales $810.7 son impuestos por importación y otros $976.0 han sido obtenidos a través de la recaudación de la renta.
Los impuestos selectivos al consumo, como por ejemplo, el de las gaseosas y bebidas alcohólicas apenas alcanzan una recaudación anual de $105.8 millones.
